No es la primera vez que la caravana de MotoGP sufre problemas durante un viaje transoceánico, pero hasta la fecha siempre se había solucionado a tiempo y todo había quedado en menos tiempo para que los equipos preparasen el GP. En esta ocasión la situación es bien distinta. Dos aviones con parte del material que tenía que transportar motos y partes técnicas de los equipos, han tenido problemas.
Ya el lunes nuestro compañero Simon Patterson (uno de los periodistas que cubre el mundial de MotoGP) comentaba, a través de sus redes sociales, que Dorna había avisado a algunos equipos que sus contenedores llegarían con retraso. El problema es que mientras todos los equipos viajaban rumbo a Argentina, los contenedores aun estaban en Lombok (Indonesia) debido a problemas logísticos.
La situación se ha ido complicando durante la semana y, según apunta Dorna, tiene que ver con las restricciones impuestas a las empresas rusas para operar, ya que el 20% de los aviones de carga del mundo son rusos. Sea como fuere, la realidad es que el material para cargar dos aviones con todo lo que necesitan los equipos y pilotos (desde las motos a los cascos o monos) no tenían transporte y se quedaron atrapados en Mombasa.

Así que la historia se complica todavía más pues, según podemos ver por la aplicación FlyRadar24, ha sido el mismo carguero el que ha ido y ha vuelto a Argentina desde Lombok a llevar el material. Y da un giro que termina de poner en peligro el GP cuando tras aterrizar el pasado miércoles en Mombasa (Kenia) tenía problemas (teóricamente técnicos) que le han impedido salir del país hasta esta misma mañana.
Ahora la caravana de MotoGP está expectante, pues el vuelo tiene que pasar por Lagos (Nigeria) para hacer una nueva escala. De allí partirá hasta Salvador (Brasil) donde tras cruzar el Atlántico volverá a repostar con destino final en Tucumán (Argentina). Pero el desafío continúa en tierra porque tras el aterrizaje en Tucumán hay que descargar todo el material y llevarlo hasta Termas.
En resumen, ahora mismo una vez el avión reposte en Lagos (Nigeria) y pueda reemprender la marcha, aún le quedan por delante más de 8.000 kilómetros de vuelo a los que hay que sumar también los 100 de transporte terrestre. Eso, solamente hablando del tiempo en el aire, suponen 10 horas más los tiempos de repostaje estimados en unas seis horas, gestiones… Y después tenemos las dos horas de viaje por carretera. En total quedarían unas 18 horas de transporte para, si no hay imprevistos, llegar a Tucumán donde tendrán que descargar y llevar todo hasta el circuito.
Eso supone que si todo va como la seda, sean necesarias unas 20-22 horas para que el material esté en las instalaciones del circuito. Es decir, en hora local hablaríamos de una horquilla de entre las 2 y las 4 de la madrugada del sábado. Después llegaría el momento de la distribución a cada uno de los equipos.

A partir de ese momento y teniendo en cuenta que la primera sesión del sábado arrancará a las 8:45, hay equipos que tendrán que preparar con mucha premura y en cuestión de 4-6 horas lo que suele hacerse durante parte del miércoles y todo el jueves. En cuanto al material que falta, hay que decir que es de diferentes equipos y categorías, por lo que ahora mismo ninguna categoría podría salir a pista sin que faltasen algunos de sus pilotos.
¿Podemos decir que el GP está en peligro? Sin duda. ¿Podemos decir que no se celebrará? Rotundamente no, aunque no sería descartable algún nuevo cambio en los horarios.