Johann Zarco ha estado muy cerca de perderse la temporada 2020 de MotoGP. Tras su marcha de KTM, muchas puertas se cerraron y tan solo quedó la Ducati de Karel Abraham en el Avintia. Ahora sabemos que la fábrica italiana ha negociado mucho para conseguir el fichaje del francés: Primero se compromoetió a enviar técnicos al equipo satélite, un hecho que beneficiará a todo el equipo, incluso a Rabat, con un total de cinco técnicos de la fábrica dentro de la estructura del equipo.
Tras sus declaraciones muy poco alentadoras a finales de la temporada 2019, ha decidido recapacitar y pedir perdón a los mecánicos. “Mis temores se han borrado porque Ducati entra directamente. El nombre sigue siendo el mismo, pero el equipo no lo es. Hablé con los mecánicos y con Rubén Xaus y les dije, «perdonadme si no dije cosas correctas», a lo que ellos me dijeron que era normal, que no me equivocaba. Ahora el equipo está motivado al 300%, nos vimos todos en la fábrica de Ducati y eso fue muy bueno para todos”. Ha declarado el francés.
También conoció a su ingeniero jefe, Marco Rigamonti. “Lo conocí cuando fui a la sede de Ducati durante las navidades, se llama Marco Rigamonti, fue jefe de mecánicos de Iannone con Ducati, estuvo con él en Suzuki, ganó con Ducati, y con la marcha de Andrea a Aprilia, ha vuelto y está más feliz».
Con este panorama Zarco se siente cómodo y se ve fuerte. “Quiero volver a estar entre los diez primeros. Y más tarde entre los siete primeros. Es muy posible si lo hago bien; tengo el equipo para estar entre los diez primeros y creo que somos fuertes para estar entre los siete primeros”. De los resultados dependerá su paso a una Ducati oficial.
Zarco no lamenta haber dejado KTM y cree que debe seguir avanzando, “tengo mucho trabajo que hacer por mi cuenta, debo volver a los siete primeros. Estoy feliz de continuar en MotoGP. Si el año que viene vuelvo a una moto oficial, puedo decir que he ganado mi apuesta”.