El equipo del Repsol Honda apostó en el 2013 por Marc Márquez y, de momento, tienen al caballo ganador. Seis años y cuatro títulos después, la unión entre el piloto de Cervera y la marca del ala dorada se mantiene estable, y más a la espera de la llegada de otro campeón al equipo, Jorge Lorenzo.
Con el mercado de fichajes tan revuelto este año, la noticia de que el actual piloto de Ducati aterrizaría en el Repsol Honda pilló a todo el mundo con el pie cambiado, salvo a Márquez. El líder de la categoría reina ha repetido en varias ocasiones que quería un piloto fuerte al otro lado del box y la marca japonesa le escuchó. La siguiente temporada, el aliciente para el catalán será ganar con la misma moto al único piloto que ha sido capaz de robarle un título en estos seis años.
Marc Márquez se encuentra en un momento de confianza plena. Con su quinto mundial de MotoGP en camino y sabiendo que no hay nadie quien entienda mejor la Honda que él, el piloto español no está pensando en irse del equipo japonés y según él, las opciones se reducen después de que en 2016 fuera vetado en otro equipo: “Lin Jarvis ha dicho que no se va a ver a un Márquez en Yamaha y ya me lo había dicho a mí personalmente en 2016. Lo respeto y lo acepto” comenta el campeón de MotoGP en una entrevista a la televisión italiana “Sky” durante el Gran Premio de Silverstone. Este veto explica el no salto del pequeño de la dinastía de los Márquez Alentá a la categoría reina. Y es que desde que se conoció que el nuevo equipo de MotoGP iba a ser el equipo satélite de la marca de los diapasones, Álex Márquez estuvo fuera de las negociaciones.
Pero no es solo una enemistad con el Director Deportivo de Yamaha, sino también con su piloto, Valentino Rossi. Una relación, la de ambos pilotos, que ha sido una montaña rusa. Cuando el piloto de Cervera llegó a la categoría reina, el buen rollo entre el de Honda y el piloto italiano era palpable. Varios título y polémicas después, la educación y el respeto es lo que queda, así que la posibilidad de volver al Rancho de Valentino es casi nula: “No se puede decir nunca jamás, pero veo muy difícil volver a ir allí. Fue un día muy bonito, aprendí muchas cosas y me divertí muchísimo. ¿Si volvería otra vez? Tranquilos, no me va a invitar” comentaba Márquez sobre si volvería a Tavullia para entrenar. Una relación mal avenida que no se resolverá, por lo menos, hasta que Rossi deje de ser uno de sus principales rivales en MotoGP.