Visto el buen rendimiento del motor de la KTM Duke 790, no han tardado en aparecer preparaciones sobre él. El preparador alemán Kramer ha completado una moto para correr en circuito (no hay versión de calle) buscando la máxima ligereza, que es clave en ese uso. Como bien dijo Mick Doohan hace años: “es mejor un kilo menos que un caballo más”.
Con esa premisa Kramer presentó durante el 14º Festival Barber Vintage en el circuito privado americano (Alabama) el prototipo de esta GP2, pues así la ha bautizado con un guiño a un posible uso en la categoría intermedia de MotoGP. En realidad sí tiene un destino posible para competir, bajo el reglamento del campeonato británico British BSN GP2 de bicilíndricas.
Como decimos el motor es el bicilíndrico en línea de la KTM Duke 790, que ofrece de serie 104,7 CV a 9.000 vueltas y un par de 86 Nm a 8.000 rpm. Las primeras pruebas del prototipo llevaban el motor sin modificar, pero Kramer es especialista y ya tienen un plan para aumentar significativamente esas cifras, con la ventaja de poder usar gasolina de competición.
El chasis es un multitubular de acero y monta un basculante propio de Kramer, realizado en aluminio. Emplea un carenado tomado de la HKR EVO2, una monocilíndrica de la casa alemana. La GP2 usa un subchasis moldeado que es además el depósito de gasolina, para centrar masas y aligerar, además de dejar libertad para poder montar un airbox más grande. La suspensión trasera lleva un amortiguador WP, las llantas son Dymag forjadas y montan neumáticos Pirelli slick. Delante, dos discos con pinzas Brembo M50, y un escape RP Race Performance. Cuenta con electrónica completa incluso con launch control (como la de serie) adaptados al uso en circuito. La gran ventaja es el bajo peso conseguido: 134 kg llena. La desventaja, aparte de que no podrá usarse por la calle, que costará unos 20.000 euros.
