El piloto madrileño realizó una gran primera manga, en la que terminó en cuarta posición, y en la que pudo hacerse con la victoria, que estuvo muy reñida. Los cuatro primeros pilotos, de hecho, entraron en un pañuelo, en un escaso margen entre primero y cuarto de apenas cuatro segundos. Así que sólo quedaba esperar a la segunda para demostrar que era posible la victoria. Y así sucedió: de nuevo cuatro pilotos luchando por la victoria hasta la última curva, con Coppins, Philipraerts, Cairioli y el propio Barragán, que esta vez fue el más fuerte y lograba una victoria que le sabía a gloria.
Al final, en la suma de puntos, Barragán subía al segundo escalón del podio búlgaro y se sitúa cuarto en la general, a tan solo seis puntos de la cabeza. ¿Qué hubiera pasado si las cosas hubieran ido como deberían en la primera prueba en Italia? Que Barragán, probablemente, lideraría el mundial, algo que es sólo cuestión de tiempo. Lo veremos en la siguiente prueba del Mundial, el próximo fin de semana en Turquía.
