Fue la estrella de la Feria EICMA de Milán, la nueva Honda CBR1000RR planteada, además de superdeportiva de calle, como la base de una moto ganadora en Superbike. Hasta que sus pilotos oficiales, Álvaro Bautista y Leon Haslam, se pongan manos a la obra con ellas, la moto la han probado solamente algunos pilotos japoneses, el campeón Marc Márquez para el vídeo promocional y Stefan Bradl, el probador de MotoGP.
Márquez rodó con ella a mitad de agosto en el circuito de Montmeló y solo ha tenido buenas palabras para la nueva superbike de la marca. De sus impresiones parecía desprenderse que Honda había acertado de lleno y que por fin puede volver a tener una moto competitiva en la categoría que últimamente domina Kawasaki. Stefan Bradl se ha ganado la confianza de los técnicos de HRC con su trabajo como probador de MotoGP, y ha probado la nueva CBR a finales de octubre en Suzuka y ya con neumáticos Pirelli de Superbike. Precisamente en declaraciones a SpeedWeek.com el alemán se mostró mucho más prudente que Márquez…
«Estaré muy feliz de ayudar a Honda también con esta moto para Superbike, claro. Creo que tiene mucho potencial, pero no sé decir cuánto de ese potencial queda por explorar ahora mismo. HRC tiene un equipo muy bueno, dos grandes y expertos pilotos, y sé que Takahashi también participa en el desarrollo. Pero la temporada de SBK empieza pronto, en febrero, y no estoy seguro de qué se puede esperar de esta moto en los primeros compases del año, aunque HRC esté a tope con ella. Sinceramente creo que de entrada no será candidata al podio, que hará falta algo de tiempo. La clave es la conversión de los Bridgestone que han probado para el campeonato All-Japan, a los Pirelli del Mundial. Con los Pirelli a la moto le falta algo… Después de pocas vueltas, cambia mucho el agarre, eres un segundo por vuelta más lento y hay que mejorar la puesta a punto«.