Es uno de los personajes más carismáticos del motociclismo británico, a pesar de que no ha logrado tantas victorias como otros rivales, o nunca se subió a lo más alto del podio del TT de la Isla de Man. Aun así, Guy Martin siempre está metido en nuevas aventuras de todo tipo, aunque la mayoría de veces tienen que ver con “cacharros” mecánicos y, prácticamente siempre, con la velocidad.
En esta ocasión el bueno de Guy se enfrenta a un desafío diferente, en el sentido de que tendrá que enfrentarse con una moto eléctrica a una competición llena de motos de cross de gasolina. Para más señas, además, se trata de 450, así que es una situación parecida a la que vimos hace poco con la Honda CR-E Proto de cross en el All Japan.
La moto con la que Guy Martin se enfrenta a sus rivales en el Mableththorpe Sand Racing Championship es una Stark Varg, una moto de cross eléctrica que tiene muy buena pinta y que arroja unas cifras de par motor espectaculares.
Hablamos de 938 Newton/metro. Es una cifra desmesurada y ha sido cuestionada por algunos y es que no hay que olvidar que un Porsche Taycan ofrece 850 Nm.
Pero dejando las polémicas y los datos de lado, lo interesante aquí es el duelo al que se enfrenta Martin. Y también, a lo llamativo que resulta que una moto eléctrica en situaciones como esta dependa directamente de generadores de gasolina para conseguir que sus baterías carguen y estén a punto para cada salida a pista.
Guy Martin en la playa… pero no para tomar el sol
Las carreras tienen lugar en la playa y el circuito es oval, por lo que lo importante es conseguir una buena trazada y tracción, además de poder hacer la mejor salida posible. Con su bota de hierro incluida, Guy se lanza a la batalla empezando por los entrenamientos. Es curioso como hasta la salida de los entrenamientos es un todo o nada para los pilotos que buscan hueco.
La gran diferencia frente al speedway o el dirtrack es que estas motos son de cross y llevan ruedas de tacos en condiciones, mucho más que las de speedway. Una vez llegan las carreras, lo primero que se puede ver es que la aceleración de la Stark Varg es muy superior al de las cuatro y medio como demuestra el compañero de Guy en esta aventura, el también británico Jayden Haigh que los deja atrás con una facilidad pasmosa.
En la carrera final Guy no consigue salir tan bien y luego le toca fajarse con el resto de motos que no tienen limitación mecánica ninguna, para acabar en una octava posición que, realmente, sabe a poco. Aun así, tiene pinta de que la moto es tremendamente divertida, tanto como las carreras en la playa…