Biophalt, la revolución ecológica para el asfalto

Crean un nuevo tipo de asfalto que es más amigable con la naturaleza
La transición ecológica es un hecho, pero la sociedad está centrando su atención especialmente en los vehículos cuando hay otros apartados que pueden mejorar también. Uno de ellos es el asfalto que pavimenta calles y carreteras. El Biophalt es una alternativa al asfalto convencional.

En muchas ocasiones, cuando hemos hablado de los nuevos vehículos con menos emisiones generales y cero emisiones por su funcionamiento, siempre recordamos que hay emisiones que no podemos evitar. El desgaste de los frenos, de los neumáticos y el del propio asfalto que, al deteriorarse, generan partículas de polvo que contaminan. Además, durante su fabricación siguen emitiendo gases contaminantes y ahora, en el caso del asfalto, se está intentando encontrar una alternativa mucho más amigable con el medio ambiente.

Es por ello que en Francia están probando ya el nuevo Biophalt, un pavimento que es igual que el actual (o lo pretende) en cuanto a prestaciones y estética, pero que cuenta a su favor con el hecho de que emplea soluciones mucho menos contaminantes. Lleva en desarrollo desde 2018 y ahora se han pavimentado 1,6 kilómetros de carretera abierta en Merville para comprobar todos los parámetros necesarios. Durante dos años estará abierta al tráfico y después se evaluará su deterioro comparándolo con el asfalto habitual.

El nuevo sistema ahorra varias toneladas de emisiones por kilómetro

A su favor hay que decir que, de entrada, cuenta teóricamente con las mismas cualidades que cualquier otro asfalto en todos los sentidos, desde resistencia al clima a la densidad de tráfico que aguanta. Pero lo importante es que gracias al sistema empleado para solo estos 1,6 kilómetros se han ahorrado en torno a 47 toneladas de CO₂ además del uso de 270 toneladas de nuevos materiales al haber empleado material reciclado. Por si esto fuera poco, al final de la vida útil se estima que la tasa de reciclaje es mucho mayor, por lo que también ese proceso será más eficiente.

En cuanto a la composición, renuncia al empleo del alquitrán habitual y lo reemplaza por componentes de origen vegetal conseguido de la silvicultura francesa. Es decir, gracias al mantenimiento de los propios montes galos. Para rematar el ahorro energético, esta mezcla no ha de calentarse al nivel del asfalto habitual, ya que se aplica tibia y en su proceso de fabricación tampoco se requiere la misma temperatura que para conseguir el alquitrán, por lo que Eiffage, su fabricante, anuncia que el Biophalt tiene una huella de carbono neutra.

Quizás el punto más llamativo es que a pesar de estar en una fase experimental y ser mucho más beneficioso para el medioambiente, el coste no es excesivamente superior y se calcula que está por encima entre un 5% y un 10% con respecto a lo habitual. Si las pruebas son un éxito, la intención es pavimentar un total de 6.138 kilómetros del departamento del Alto Garona.

Lo último

Lo más leído