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Así, sí. Vamos a por un paso más

Es una de las grandes apuestas de la renovada RFME, volver a hacer grande e importante el Campeonato de España de Velocidad. Para 2019 cambia su nombre, aumenta el número de carreras y además aprovecha la coyuntura para conseguir el objetivo. El resultado es incierto aún, pero todo pinta muy bien para un certamen que no para de crecer.

En 2016 vivimos uno de esos momentos que no por previsibles dejaron de ser dolorosos. Después de casi 15 años, el FIM CEV prescindía de la categoría de Superbike. Una categoría que había ido perdiendo fuerza en sus últimas dos temporadas después de unas, a la vista, poco acertadas decisiones. Pero en medio de esta debacle para “las motos gordas”, nació una nueva oportunidad, el nuevo y renacido Campeonato de España de Velocidad.

Día a día, mes a mes, carrera a carrera, el Campeonato de España de Velocidad, que en 2018 ha sido el Campeonato de España Cetelem de Velocidad ha ido creciendo. Parrillas completas, tiempos cada vez más rápidos, marcas implicadas, patrocinadores… la única pega es la falta de tele en directo, no tendremos tampoco en 2019 y es un punto importante, que las carreras se puedan ver enteras en directo o en el peor de los casos en diferido, pero el mismo día.

Aun así, lo mejor está por venir, de cara a 2019 el campeonato aumenta a siete sus fines de semana de carreras (eran 6) y a 9 las carreras por categoría (antes 8). Además, cambia su denominación para incluir SBK, pasando a denominarse a partir de ahora ESBK, Campeonato de España de Superbike Cetelem y eso es toda una declaración de principios de lo que la RFME pretende, dar más peso a la categoría de las motos más potentes, rápidas y difíciles de pilotar.

Las batallas de marcas (motos y neumáticos) es una constante

No era concebible, ni lo será nunca, que una categoría de formación sea la que acapare el protagonismo, tampoco tenía ni tiene pies ni cabeza que los pilotos más experimentados y rápidos sean rebajados a un segundo nivel en cuanto a protagonismo se refiere y se le de valor a una categoría “lanzadera”, que en realidad es una etapa más de formación antes de intentar llegar a otras metas. Y ojo, que es importante y los datos lo demuestran, pero está demostrado que no atrae al público.

Este paso, acertado a mi modo de ver, que ahora nos ocupa llega además en un momento inmejorable para los intereses de la RFME. Dorna ha desmantelado el SSTK1000, que desaparece de las rondas europeas del WSBK, por lo que la parrilla más completa junto con 300 del campeonato se esfuma y como correr en el Mundial de SBK parece inasumible económicamente hablando, muchos pilotos y equipos están buscando alternativas de cara a 2019. Las opciones, a groso modo pasan por quedarse en casa o buscar un nacional potente y que no aumente notablemente el presupuesto y ese es otro punto a favor del nuevo ESBK, ya que su reglamento es muy cercano al SuperStock1000 de la FIM y, además, para quien lo quiera tiene la categoría Open1000, que corre junto con las ESBK pero que tiene rango de Copa de España.

En resumen, estamos hablando de que en medio de una situación complicada para muchos, porque recordemos que las carreras dan trabajo a mucha gente y eso es algo que algunos ignoran continuamente, un campeonato con nivel atraerá y mucho. Sin ir más lejos el ahora lesionado Luca Vitali, que se hizo bastante daño en los test de Moto-E en Jerez, hacía mención al error que ha supuesto la eliminación del SSTK1000 del WSBK y se preguntaba dónde correr en 2019. Su compatriota Federico Sandi, que ha acabado cuarto esta temporada lo tiene claro, se viene al ESBK con el Team Stratos y seguro que tendremos agradables sorpresas con más pilotos rápidos, incluso llegados directamente de SBK o MotoGP. Si eso sucede, el nivel subirá todavía más y eso que este año ha sido, simplemente, alucinante. Pero además, nuestros pilotos serán todavía más rápidos y disfrutaremos de carreras espectaculares sin motos que cuesten 250.000 euros o sean prototipos inalcanzables para el bolsillo.

Yamaha, Ducati, Suzuki, Kawasaki, BMW... las marcas están representadas

En resumen, el nuevo rumbo que ha ido cogiendo la federación en este año suena bien, la música agrada y es obvio que todavía quedan muchos pasos que dar, pero de momento van a por uno más y con la lógica aplastante de que las motos grandes y los pilotos consagrados son los que deben llevar el peso del campeonato. Ahora solamente falta que la afición responda y demuestre si de verdad le gustan las motos o solamente el “postureo” y las “banderitas”. Veremos.

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