Podemos considerar la fabricación de cualquier tipo de vehículo como un proceso casi hipnótico. Cómo el personal cualificado, a lo largo de una línea de montaje, da forma a una máquina con miles de piezas que es capaz de cobrar vida propia al final de la misma.
En este caso os traemos el proceso de fabricación de una de las motos más míticas de todos los tiempos, la Honda CRF1100L Africa Twin. Desde el montaje de todas las partes internas del motor, el anclaje al chasis, la electrónica, suspensiones, llantas, plásticos y por supuesto la puesta en marcha y pruebas finales que verifican su correcta fabricación.
Con la meticulosidad que caracteriza a los japoneses, todos los procesos están controlados para que no exista el más mínimo fallo. Control de apriete de tornillos, piezas y personal cualificado para fabricar uno de los modelos que reinan en el catálogo de Honda.
Llama la atención el momento en el que se hacen los test finales, con los que se verifica que todo funciona correctamente, desde las luces al motor. Un protocolo de pruebas que incluye llevar el motor en todas las marchas rodando sobre un banco de potencia.
Fascinante.
