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Ángel Nieto: el campeón humilde

La historia de la leyenda
Fotos: SMN
Ángel Nieto ya era una leyenda en vida. Sus logros marcaron el devenir del motociclismo nacional, impulsándolo y consiguiendo el primer título mundial de motociclismo para España. Desde Zamora al resto del mundo, una historia de superación y éxito de uno de los deportistas españoles más lauerados de todos los tiempos.

Ángel Nieto Roldán nació en Zamora un 25 de enero de 1947. Nacido en el seno de una familia humilde, se trasladó con ellos a Madrid en 1948, con un año, al barrio de Vallecas. Allí pasó su infancia y por ello lo consideró siempre “su barrio”. Desde muy pequeño soñó con ser piloto de carreras, piloto de motos, y cuando podía dejaba la escuela y prefería aprender en los talleres, mirando los mecánicos y las motos. En uno de ellos empezó, barriendo y limpiando, hasta que con 14 años decidió que tenía que irse a Barcelona: allí estaban los mejores fabricantes, los que competían.

En Barcelona pasó un tiempo en Bultaco, limpiando motos de motocross, y de ahí se fue a trabajar en un taller Ducati. Fueron años duros, como confesó Nieto más tarde, pero la ilusión por conseguir su objetivo le mantenía día a día. Y llegó el día más esperado: Derbi le cedió una moto para una prueba, Antonio Rabassa vio un genio potencial en él y allí empezó todo. Tras dos años a medio camino de Ducati y Derbi, con su primera victoria en Campeonato de España en 1965 (Sevilla, 125cc), se proclamó doble Campeón de España en 1967 (50 y 125cc). Aquel año (1967) empezaba su etapa definitiva en Derbi que le llevaría al Mundial, ya con un podio en Holanda (2º en 50cc) y, sólo dos años después, a ser el primer Campeón del Mundo español de Velocidad. Fue en 1969, cuando ganó también su primer GP (Alemania), todo a bordo de su Derbi 50 y con 21 años.

Desde sus comienzos hasta el final, Nieto vivió grandes evoluciones

A partir de ahí se abriría una temporada llena de éxitos, nacionales y mundiales. Repitió título mundial de 50cc en 1970 (Derbi) y consiguió el Mundial de 125cc en 1971, año en que se proclamaba Campeón de España de 50, 125 y 250cc. Todo con Derbi, marca con la que conseguiría el doblete mundial en 1972: Campeón del Mundo de 50 y 125cc. En cuatro años, cinco títulos: Nieto era ya un héroe nacional y sus éxitos atraían el interés del público hacia el motociclismo. Desde entonces, “Ángel Nieto” y “motos” fueron de la mano en España, y fue uno de los personajes más populares del país.

Su siguiente Mundial llegó en 1975, ya con Kreidler (50cc), y en 1976 ganaría otra corona con Bultaco (50cc), que repitió en 1977. Mientras tanto los títulos nacionales se iban acumulando… En 1979 ganaba un nuevo Mundial con Minarelli (125cc), preludio de los tres títulos consecutivos que ganaría con otra marca italiana, Garelli, en 125: 1982, 1983 y 1984, que fue su último título y el número “12 más 1” de su tremendo palmarés.

Ganó su último Gran Premio el año siguiente (1985, Francia 80cc) y se subió a una moto de carreras por última vez en 1986, en el Superprestigio que organizaba la revista Solo Moto después del Mundial. Allí disputó la victoria a Jorge Martínez Aspar, pero se cayó y se lesionó poniendo punto final a una brillante carrera deportiva.

Nieto también probó las indomables 500

12+1

Nieto siempre fue, como la mayoría de pilotos, muy supersticioso, y en particular no le gustaba nada el número trece (toca madera). A él debemos que muchos (nos incluimos) nunca citen esta cifra, sino que hablen de “doce más uno”. Haber conseguido precisamente 12+1 títulos mundiales parece una ironía del destino… Ángel borró definitivamente esta cifra de su cabeza cuando un día con ese número sufrió un grave accidente en una carrera, con la mala suerte que la moto salió hacia el público causando graves lesiones a dos espectadores y un comisario, algo que Nieto nunca olvidó.

Aunque Ángel Nieto se retiró como piloto en 1986, 25 años en el Mundial y sus éxitos le mantuvieron muy ligado al Campeonato. Era su turno de correr desde el otro lado del muro, como jefe de equipo primero, como consejero después, y como comentarista televisivo durante muchos años. Como responsable de un equipo su mayor éxito fue el título mundial de Emilio Alzamora en 125 (1999), aunque ayudó a muchos otros pilotos, entre ellos por supuesto a sus hijos “Gelete” y Pablo que, tras su etapa como pilotos, han seguido ligados al Mundial llevando sus propios equipos, y su sobrino Fonsi.

La enorme popularidad de Ángel Nieto en España (y fuera de ella) se mantuvo después de su época de piloto, al comentar las carreras por televisión hasta 2016, primero en Televisión Española y después en Telecinco. Su presencia en los circuitos y sus consejos siempre fueron apreciados por pilotos y periodistas de muchas generaciones, y todos le echaremos mucho de menos. Descansa en paz, Maestro.

Con Derbi logró sus mayores éxitos

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