Los compañeros de Visordown llevan ya tiempo tras la pista de Phil Wood, piloto del Big CC Racing/Steelheart Hayabusa el cual estaba realizando una preparación extrema con base de Suzuki Hayabusa pero que al final también se pudiese utilizar de forma legal por la calle.
El resultado no puede ser más brutal ya que esta Busa roza los 1.000 cv soplando a máxima presión y es capaz de superar los 400 km/h gracias a los múltiples cambios realizados pero todos ellos manteniendo la estética original que le hacen pasar casi desapercibida.
El proyecto nació con un motor de Hayabusa preparado para carreras de dragster con turbo y subido de cilindrada hasta los 1.547 cc que un cliente había pedido para montar ¡en un helicóptero! Cuando el proyecto no llegó a buen aero-puerto (guiño, guiño), Sean Mils de la empresa Big CC recuperó el motor para montarlo en una Suzuki que pareciese de serie, con su matrícula, intermitentes, retrovisores…
Pero no fue colocar el motor y listo. Steelheart Engineering fabricó una nueva llanta de 8” juntando dos llantas de Busa para poder montar un neumático de 240 mm de ancho. Lógicamente para que pudiese entrar, hubo también que rehacer, alargar y reforzar el basculante trasero para que además la cadena fuese recta hasta la corona trasera, imprescindible si hablamos de estas potencias.
La potencia, cuando el turbo está soplando al máximo de su capacidad que es de 45 psi (3,1 bar) roza los 1.000 cv. Pero para poner a prueba la capacidad de aceleración en la pista, decidieron quedarse en unos más que razonables 21 psi (1,44 bar), lo que corresponde a una potencia de 600 cv.
Con esta configuración y en una pista de 1 milla de largo, fue suficiente para poner la Suzuki Hayabusa a 258,54 mph o, lo que es lo mismo, más de 416 km/h. Lo mejor de todo es que, tal y como el propio Phil Wood explica, la moto es muy fácil de llevar a baja velocidad. Eso sí, su poder de aceleración cuando abres gas es el mismo a 50 km/h que a 250 km/h, y hay que agarrarse muy fuerte para no quedar sentado en el suelo.