En la actualidad los semáforos siguen un funcionamiento muy básico, prácticamente sólo han sufrido una evolución en el diseño. La misión principal de los semáforos es regular el flujo de tráfico, por este motivo y en busca de ofrecer una mayor seguridad a los conductores y peatones se están desarrollando semáforos inteligentes con cuenta regresiva.
En países europeos o en algunas ciudades de China, como Sanghái ya se han implantando este tipo de señales luminosas que incorporan un contador regresivo, como el que tienen algunos semáforos de peatones, para informar a los conductores del tiempo que les queda para que se ilumine la luz roja.
Estas nuevas pantallas con contador regresivo permitirán a los conductores tener más control sobre las situaciones críticas. Gracias a este nuevo elemento los conductores podrán tomar la decisión más adecuada sin ocasionar un accidente, por ejemplo podrá saber si es capaz de sobrepasar el semáforo sin necesidad de acelerar o por el contrario frenar y detenerse, sin brusquedad.
A priori puede parecer que todo son ventajas, pero en función de los conductores se pueden producir también situaciones de riesgo y peligrosas. Aunque estas señales luminosas informen del tiempo que queda para cerrarse el semáforo, bajo ningún concepto los conductores deberían acelerar y sobrepasar la velocidad permitida para pasar el semáforo.