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Consejos de conducción: ¿cómo detener con seguridad una moto sin ABS?

Actualmente la gran mayoría de los modelos que llegan al mercado lo hacen con ABS, una tendencia que los usuarios han adoptado como propia incluso antes de que se hiciese obligatoria este año. Aún así, son muchas las motos que circulan sin montarlo, por lo que repasamos los pasos a seguir para frenar de manera segura.

Ya hemos hablado en otras ocasiones sobre las características del ABS y sus ventajas, sin embargo son muchas las motos que a día hoy siguen sin llevarlo y, de hecho, hasta la entrada en vigor de la normativa Euro 4 aún se seguirán comercializando. Aún así, los usuarios cada vez están más concienciados de las ventajas de un sistema que ha alcanzado un nivel de perfeccionamiento tal, haciendo que sea mucho menos intrusivo en la conducción de lo que eran los primeros modelos.

Sin embargo, aún son muchas las motos que no lo equipan, así que vamos a repasar los consejos básicos para poder llevar a cabo una frenada segura sin emplear ABS. Como siempre, los primeros consejos, los más básicos son mantener la distancia de seguridad, intentar anticiparnos a lo que pueda suceder, ir en los límites de velocidad legales y apropiados al estado de la vía, mantener la calma… pero vamos un paso más allá, repasando otros puntos claves que pueden ayudarte a no acabar por los suelos.

Muchas veces le damos importancia, que la tiene, solamente a nuestros actos y reacciones encima de la moto, pero para poder realizar una frenada fuerte de manera segura también influyen factores mecánicos. El estado de los neumáticos es vital, por eso hay que vigilar más de lo normal tanto su desgaste como las presiones de los mismos, que deben ser las recomendadas por el fabricante. En cuanto al desgaste, como hemos visto en otras ocasiones, no hay que esperar a llegar a los testigos. Otro punto que mejorará la frenada de nuestra moto será el tarado de las suspensiones. Actualmente hay centros especializados en suspensiones para motos de calle, en los que valorarán nuestro peso y necesidades para conseguir un funcionamiento correcto que nos hará ganar metros. Un último punto a tener en cuenta es la bomba de freno. Si no te convence, si es demasiado brusca o tiene poco tacto, quizás te interese cambiarla por modelos con mayor calidad que los de serie.

Una vez analizados los puntos mecánicos que nos permitirán mejorar la seguridad y capacidad de frenada de nuestra moto, nos toca “revisarnos” a nosotros mismos. Como decíamos al principio, mantener la calma es vital para intentar salir airosos de una frenada de emergencia sin ABS. Lo primero que hay que hacer es dosificar la frenada, no hay que aplicar toda la fuerza de golpe, pues eso es caída segura. Poco a poco iremos presionando la maneta con más fuerza, pero regulando la potencia para no “clavar” la rueda delantera e irnos al suelo. También es importante intentar repartir la frenada, haciendo actuar a la vez el freno delantero y trasero. Esto requiere entrenamiento, pero recortará el número de metros que necesitamos para detener la moto.

En caso de que nuestra rueda delantera se bloquee, lo que hay que hacer es soltar rápidamente la maneta para volver a aplicar la presión adecuada y evitar que vuelva a bloquearse. Este procedimiento hay que repetirlo tantas veces como sea posible, puesto que las ruedas bloqueadas, sea el eje que sea, frenan menos y aumentan el riesgo de caída. Básicamente es hacer de ABS” artesanal, aunque por desgracia nosotros no tenemos la misma capacidad de accionamiento que la mecánica, pero nos puede salvar de una situación extrema.

Otro de los aspectos interesantes, aunque no es una acción a realizar, es la de pasar por cursos de perfeccionamiento de la conducción, donde nos enseñarán a afrontar estas situaciones en un entorno controlado.

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